La historia que subyace a las peliculas Kill Bill volumen I y II, no es más que la puesta en escena de una venganza histórica, según me contaba nuestro amigo JB, protagonizada por estos dos hombres.





De todos es sabido que el papel estelar de la serie KUNG FU, que catapultó a la fama a nuestro amigo Carradine, era un papel pensado y creado para Bruce Lee. En el último momento le dieron el papel a Carradine y Bruce quedó absolutamente hecho polvo, tuvo que volverse a Hong Kong, y tuvo que esperar a que le llegara la fama meses antes de morir de una forma absurda y, aún hoy, no aclarada.

Las películas de Kill Bill son un homenaje al cine de artes marciales tan popular hacia finales de los 70. La trama no es otra que la venganza de Lee sobre Carradine, el malo de la película.

Vease el detalle, como muestra, de la vestimenta de Uma.



Así es nuestro amigo Tarantino, un maestro del humor. Contratar a un acabado Carradine para ponerle tocando la flauta como en Kung fu, y siendo objeto de la más sanguinaria de las venganzas, es algo extraordinario. Además él, que es más o menos de nuestra quinta, también sufrió en sus carnes el coñazo de Kung Fu, y así generaliza la venganza sobre Carradine de una manera ejemplar.

Ya hizo lo mismo con John Travolta poniendole a bailar en Pulp Fiction.

Véase también el cachondeo con el que trata al maestro de Kung fu en la siguiente comparación.




Bueno pues esto es todo pequeños saltamontes.

Un abrazo para ese Tarantino.

Lecter.