"¿Te vienes pá Graná?" me dijo el amigo Kike, dicho y hecho. Y de "repenete" reduces dos marchas, te quitas toda la roña de la excelentísima y nunca bien ponderada Comunidad ¿Autónoma? de Madrid o la Cólera de Aguirre, pasas de la arcada al cante por lo bajini, del bostezo a la carcajada... Te sientes de puta madre, cooooño. Cogiendo naranjas en plena Alpujarra, sin luz eléctrica, sin cobertura para el móvil, Sacromonte arriba, Albaycín abajo, los deliciosos chawarma, los bocadillos de carne en salsa, una buena charla de lo que sea fumando una arguila. De vuelta, visita obligada a los naturamundeos para encontrarme ciertas disgresiones con relación al arte "interacción y propuesta" muy atinadas todas ellas, coincidentes con mi forma de entender la cosa esta, en gran parte, autofelatorias en el mejor sentido de la palabra, porque para eso hay que llegarse, y no es fácil, o sea otro poquito de Granada en mi PC. A mi entender el arte es simplemente actitud, es decir que pintando tu casa del sufrido rojo inglés, pues no te sale el Guernica, ¡qué tonteria!. Para pintar el Guernica debes, como mínimo, estar preparado para crear algo así, debes tener la actitud para crear.

Por otro lado estudiosos de la creatividad como Margaret Boden o Teresa Amabile, denotan la importancia de cierto desprecio por la opinión del público, o de la acogida social de la obra para que la obra de arte ocurra. Aunque remarcan que todas las motivaciones, entre ellas la económica, también son necesarias. En fin, patatas con mucho caldo.

La creación es individual, la observación de lo creado también, la retroalimentación necesaria entre artista y público, es en definitiva una entelequia, un imposible demandado por los mediocres para darle valor a lo que no lo tiene. Creo que sólo es posible la comunicación entre individuos, entre el artista y otra persona, el artista y la masa no es arte, es historia, sociología, política, en definitiva sumisión tras el icono.
Y es esto lo detectable y lo que hay que señalar con el dedo, lo fútil, lo desechable, lo que nos hace esclavos de la nadería. Para muestra un botón, doloroso pues en dos horitas me jodieron el ritmillo que traía de Granada. Al llegar a Madrid me invitan a una cosa que me dicen que es teatro, bien, que se puede fumar, moooula, que se puede beber, moooosquis. la cosa se llama la Katarsis del Tomatazo y es una muestra de los alumn@s de la escuela de Cristina Rota, me mosqueo un poco ya que tenía alguna referencia, no muy buena, de la escuela en cuestión, y conocía a algunos de los replicantes que había fabricado. Resumiendo que esto ya es muy largo, buen rollismo, artisteo, aspirantes a lo que sea, sobre todo farlopa, telecinquismo a borbotones, Jose Luís Moreno Consule, nivel de función de SAFA (pero con menos entusiasmo que los niños), mucha carne pero sin tajada, maaamá, quiero ser artisssta, un horró, zeñorita Ecarlata. esta panda de moñas me jode la vida, y lo peor es que están en todos lados. Que nadie tome esto como una crítica, constructiva o destructiva, porque no lo es. Que quede claro, que esto es un cagarme en sus putos muertos, desde las tripas. ¡Cambaleo, todos somos contingentes, pero vosotros soís necesarios!
En plan terapía me vuelvo al Realejo, a ver los grafittis del Niño de las Pinturas, ¡eso si que es arte!

Arfonzo