Un grupo de cerca de cien indígenas tomó durante unas doce horas la sede en Sao Paulo de la Fundación Nacional de la Salud (Funasa) y tomó como rehenes a 35 empleados de la institución, para protestar por las deficiencias en la atención sanitaria que reciben.



Armados con arcos, flechas y cuchillos, y pintados con pinturas de guerra, los indios, de la etnia tupi-guaraní, llegaron a las instalaciones de la Funasa en la mayor ciudad brasileña a primera hora de la mañana, para intentar transmitir sus quejas al coordinador regional de la Funasa, Raze Rezek, dijeron a medios locales.

Como no fueron atendidos, al comienzo de la tarde cortaron el tráfico en la calle e irrumpieron en el edificio, bloqueando las entradas y reteniendo a los empleados que se encontraban en ese momento en el edificio.

"No vamos a maltratar a nadie, pero se quedarán aquí mientras no nos hagan atención las autoridades sanitarias"

Lecter corta y pega.